Las arterias son una parte fundamental de nuestro sistema y es que el colesterol se ha apoderado de las dietas de los españoles hasta generar una preocupación constante por mantener equilibrado este valor. Las arterias son elásticas y se encargan de transportar los nutrientes por todo nuestro cuerpo, por lo que nos conviene, y mucho, mantenerlas sanas. La acumulación del exceso de colesterol puede suponer todo un problema para nuestras arterias. Y es que algunos alimentos tienden a contribuir en mayor medida a aumento de estos valores que, a largo plazo, pueden tener consecuencias negativas que impactaran en nuestra calidad de vida.
No obstante, hay algunos alimentos que nos pueden ayudar a equilibrar este problema a través de la eliminación de las sustancias más nocivas. Uno de ellos es el ajo, que tiene un efecto vasodilatador y con propiedades anticoagulantes que nos van a permitir hacer una labor de depuración hasta controlar la hipertensión y sus niveles. Además, contienen potasio y fibra que ayudan a regular la presión arterial mientras a su vez favorecen la digestión de los lípidos.
Cómo usar el ajo para controlar el colesterol
Incorporar el ajo a nuestros platos puede ser muy beneficioso por sus múltiples beneficios, pues se trata de un importante regulador para estos trastornos. A pesar de que no más recomendable es consumirlo crudo en ayunas, también se puede combinar con otros ingredientes que potencien sus efectos.
Una de las formas de combinar el ajo puede ser esta receta con limón. Para ello deberás machacar los dientes de ajo con un mortero y mezclarlo con medio jugo de limón, es recomendable consumir una cucharada con antes de desayunar.
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No obstante, la siguiente receta puede ser mucho más sabrosa y diluir el fuerte olor del ajo en este té que es muy sencillo de preparar:
Té de ajo para las arterias
Ingredientes
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1 diente de ajo.
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1 vaso de agua (200 ml).
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Jengibre rallado (3 g aproximadamente)
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1 cucharada de jugo de limón (15 ml).
Elaboración
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Pon el agua a hervir y trocea el ajo.
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Añade jengibre rallado y el ajo picado al agua hervida y déjalo cocer durante 15 minutos.
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Retira del fuego la infusión y deja reposar durante 10 minutos.
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Cuela el zumo de limón y reserva el agua de la cocción.
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Añade el zumo y la miel para endulzar la infusión.
Una vez preparada esta infusión, debes consumirla con moderación e incluso consultar a un especialista antes de consumir. Cabe resaltar que el olor de ajo no debe preocuparte, ya que tu aliento no se verá perjudicado debido al proceso de cocción que habremos sometido anteriormente al alimento.
