La familia del español Santiago Sánchez, encarcelado por las autoridades iraníes durante más de un año, espera que esta misma noche emprenda el viaje de vuelta a España. Este domingo ya cenó en la embajada española en Teherán y está previsto que tome el vuelo de vuelta para aterrizar el martes a mediodía en Madrid. Su familia cuenta, además, que está «muy bien» y que tiene «ganas de llegar».
Más de 400 días han tenido que pasar para que acabase el tormento de Santiago Sánchez Cogedor. El aventurero español, que llevaba más de un año encarcelado en Irán, ha sido por fin liberado, según han confirmado fuentes de su entorno a ABC. El madrileño fue encarcelado en octubre de 2022, después de ser detenido en Saquez, cerca de la tumba de Mahsa Amini, la joven de 22 años que murió tras ser arrestada por llevar mal colocado el velo.
A mediados de noviembre fue el propio Pambu, como le llaman sus amigos, el que llamó por teléfono a sus allegados para darles la noticia. «Acaba de tener una audiencia con el juez y le dijeron que había pruebas de que le habían engañado, que si quería emprender acciones contra esa persona. Pero él dijo que no, que sólo quería regresar a casa«, relata emocionado uno de su ‘hermanos’.
La tan ansiada libertad llega para Santiago tras meses de lucha. A finales del pasado mes de septiembre, tras casi un año encarcelado en Evin (Teherán), la cárcel de los presos políticos, lanzó un SOS desesperado a su entorno y anunció que iba a iniciar una huelga de hambre. Había perdido más de diez kilos, tenía un dolor de muelas insoportable y malestar en el estómago. Pero lo peor, sin duda, es que su fortaleza mental estaba empezando a estar al límite: «Entro en el baño y me asusto cuando veo el reflejo de un zombi en el espejo. No me lo puedo creer, soy yo, me acerco sin parpadear hasta que mi nariz toca el espejo. Es en ese momento cuando decido sonreírme, creo que me lo merezco, no puedo permitir que mis demonios ganen esta batalla, ni por mí ni por mi gente«.
El pasado domingo 1 de octubre unos cincuenta familiares y amigos organizaron una concentración silenciosa frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores para exigir una vez más la liberación del joven aventurero. Emocionado, el propio Santiago llamó a sus amigos en plena concentración: «Si alguien está escuchando estas palabras que se imagine que le pude pasar a él, porque yo soy un turista, no soy ni espía ni terrorista. El que quiera ayudarme que se tire a la calle para apoyar a mi familia, a mi madre, a mi hermana, a mi hermano y a mis amigos, porque esto le puede pasar a cualquiera«.
La reacción de España
Apenas tres días más tarde, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, reclamó en público la liberación del español Santiago Cogedor. «Aprovecho para exigir una vez más la liberación por parte de Irán de Santiago Sánchez, injustamente retenido en ese país desde hace más de un año», afirmó durante un acto para celebrar el 75 aniversario de la Declaración de Derechos Humanos. El ministro, además, calificó como «inaceptable» la represión que ejerce el país contra las mujeres y los ciudadanos que participan en las manifestaciones.
En paralelo, relata su amigo José Félix Ramajo, el director de la cárcel de Evin decidió darle permiso para ir al médico, permitirle de nuevo tener libros y devolverle y unos muñecos de madera que le gustaba tallar. «Como gesto, y como el embajador español en Irán habló con él el 20 de septiembre y le dijo que le diera dos meses más, decidió volver a comer, aunque había perdido ya cinco kilos en cinco días. Si el 20 de noviembre no ha ocurrido nada continuará con la huelga de hambre«, relataba entonces su colega.
Al parecer, el diplomático ha podido cumplir su palabra y la cuenta atrás y Santiago Sánchez estará muy pronto en casa, con los suyos.
