El apellido hace referencia a la denominación que nos indica de qué familia provenimos transmitiéndose de generación en generación. En España son muy comunes los apellidos de origen visigodo o germánico, pero los menos comunes son los de origen francés.
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En España no fue hasta el siglo IX cuando comenzaron a registrarse los apellidos porque antes no se mantenían de padres a hijos, sino que iban variando en cada persona en función de su ascendencia, su oficio o su lugar de procedencia.
Estos son algunos de los apellidos de origen francés en España
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Dupont: es uno de los más concurrentes en Francia. Un apellido que se puede traducir como la palabra ‘puente‘. Se asocia con personas que vivián cerca de un puente o que trabajaban en la construcción.
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Durand: este apellido se puede definir como ‘protección duradera’.
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Petit: significa pequeño. Se usaba para hablar de aquellas personas que tenían una baja estatura.
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Leroy: es de origen galo y significa ‘el rey‘. Fue utilizado en sus orígenes para designar a aquellos que tenían algún tipo de conexión o servicio real.
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Lambert: es de raíz germánica. Se traduce como ‘ilustre’ y por ello el apellido se interpreta como ‘fuerte como un oso’ u ‘oso valiente‘.
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Martin: este apellido deriva del nombre Martinus y significa ‘dedicado a Marte’.
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Moreau: deriva del adjetivo ‘morel’. Se empleaba para describir a aquellos que tenían el cabello oscuro o tez morena.
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Dubois: es un apellido común que se vincula con personas que vivían cerca de un bosque o que tenían algún tipo de relación con áreas boscosas.
Francia es uno de los países más antiguos del mundo, repleto además, de un patrimonio cultural e histórico, debido a quqe ha tenido una gran importancia en la civilización a lo largo de toda su historia. Fruto de su paso por España y por su cercanía, en nuestro país hay muchas personas que mantienen su apellido de origen francés.
